El Papa visita territorios donde las heridas sociales que vive el país son más grandes: pobreza extrema, trata de personas, miles de desaparecidas y desaparecidos, despojo y exclusión de indígenas, corrupción, violencia, inseguridad y feminicidios.
Según Alexander Zatyrka SJ, académico del Departamento de Filosofía y Humanidades del ITESO, el Papa Francisco propone oír estas voces y pide no encerrarnos en nuestro propio mundo, “hay gente que está sufriendo con la que compartimos el mundo, con la que compartimos la fe que no estamos tomando en cuenta en nuestra construcción del futuro, en nuestros proyectos'".
El jesuita Luis Garcia Orso en un texto del 2015 señala las intenciones del Papa Francisco de defender la vida de los migrantes y los derechos de techo, trabajo y tierra; de “animar a los jóvenes a unir corazón, mente y voluntad en favor de los demás” pronunciándose contra un sistema social “fincado en la desigualdad y la globalización de la indiferencia”. Para el Papa “es necesario cambiar un sistema económico que beneficia a unos cuantos por encima de la dignidad humana de las mayorías” e instar “a todos los actores sociales a buscar juntos la paz fincada en la justicia”.